Maridar con vino, una forma de enriquecer tus viajes
Viajar es para la mayoría de la gente una aspiración que ya forma parte de la vida cotidiana.
Desde mi larga experiencia viajera te diré que viajar te abre la mente, te permite conocer nuevos ambientes y, sobre todo, es una de las mejores formas de disfrutar de la vida.
A este respecto, probar los platos más originales de su gastronomía forma parte de la cultura viajera y se convierte en algo imprescindible que además enriquece la experiencia de tu viaje.
Y también probar sus vinos.
Ocasiones para disfrutar del vino en tus viajes
El vino forma parte de la vida cotidiana y de la cultura de los pueblos, y hay muchos momentos en que la experiencia del viaje se vive mejor si las acompañas con un buen vino. Para ello no es imprescindible ir visitando bodegas, aprendiendo cómo se elaboran los vinos o descubriendo cuales son las especialidades de cada región o denominación de origen.
Son muchas las ocasiones que tenemos para saborear un buen vino, lo que siempre da un plus a la experiencia viajera. Por ejemplo, cuando la finalidad de tu viaje es disfrutar de una fiesta en un destino, lo cual se convierte en un buen pretexto para degustar los sabores de los vinos locales.
Pasear por un barrio histórico de una ciudad a la hora del tapeo es otro gran momento para maridar tu viaje con vino. Por supuesto otra ocasión es a la hora de comer en un buen restaurante de gastronomía local; hacerlo acompañado de un buen vino resulta imprescindible como experiencia viajera.
Y también hay destinos donde descubres la costumbre de finalizar una comida con un delicioso vino dulce. Cuando planificas un viaje muchas veces tu gran objetivo, casi una meta, es llegar ante una paisaje impresionante o un monumento de los grandes Patrimonios de la Humanidad.
Qué mejor que disfrutar de esa escena degustando una buena copa de vino sentados en una terraza o en un mirador.
