Los viñedos
¿Qué son los viñedos?
Una viña es una plantación de vides que tiene como finalidad la producción de uvas de mesa, o bien la fabricación de vino. Normalmente, esta plantación de uvas es de secano, es decir, que no necesita agua para crecer. La ubicación de estas cosechas da lugar a diferentes tipos de sabores que generan las denominaciones autóctonas. De ahí que algunos vinos puedan parecerte más o menos intensos.
¿Quiénes los regentan y los trabajan?
El viticultor y el enólogo son los encargados del desarrollo y buen crecimiento de las cosechas de uvas. Tienen los conocimientos necesarios para realizar las actividades que se relacionan con métodos y técnicas de cultivo de la viña para proceder a la elaboración de vinos. Es decir, se encargan de establecer qué medidas son las más adecuadas. También las condiciones técnico-sanitarias que pueden favorecer el proceso enológico.
Por otro lado, también tienen gran importancia los trabajadores que se encargan de las tareas propias del terreno, como pueden ser los podadores, que realiza las podas necesarias para mantener la cosecha en perfecto estado. También el tomero, que controla la dosificación justa de agua, o el cosechador que se encarga de la recolección de la fruta.
Asimismo, también tienen un gran papel los seleccionadores de uva. Estos se encargan de escoger aquellas con mejor aspecto y descartar las que no son aptas. Y para la elaboración de vino interviene el operario de bodega. Es una figura clave, ya que se encarga de realizar las tareas propias de la vendimia.
Importancia de los viñedos en la calidad del vino
Te podrás imaginar que cuánto mejor cuidado esté el viñedo, de más calidad será el vino que produce. Aunque depende también de otros factores como el clima y las condiciones meteorológicas que se den durante el año, el trabajo que se realiza durante el crecimiento de la vid, así como la recolección de la misma influye directamente en el sabor.
Durante este proceso, el enólogo, el ingeniero agrónomo y sus equipos, recorren toda la cosecha y la vigilan para prevenir y curar posibles enfermedades. También tienen en cuenta la cantidad de plantas por hectárea, así como los racimos por planta. Esto sucede para atender correctamente a los requerimientos de agua y a los cuidados anteriormente mencionado. Asimismo, vigilan la marcha climática y sus posibles accidentes para que se desarrolle correctamente. Por lo tanto, el viñedo es la cuna del buen vino y es un factor determinante en su calidad.
Localización de los viñedos
Como sabrás, no todos los vinos saben igual. Esto se debe a la localización en la que se haya ubicado la plantación y las condiciones en las que se haya desarrollado. El crecimiento de la vid está principalmente influido por el clima, y este varía en función a su ubicación. Por ejemplo, el clima no es igual en el norte de la Península que en el centro, por lo que estas características climáticas pueden modificar diferentes aspectos como el sabor.
Podríamos establecer que el factor climático individual más importante es la temperatura. Sin embargo, también influyen otros elementos como las precipitaciones, el viento, el granizo o las heladas. En nuestro país se produce vino en todas las comunidades autónomas. Aun así debemos destacar que algunas regiones son más propicias para la obtención de vino de mayor calidad.
La localización también influirá en el tipo de vino que se consigue. Por ejemplo, Cataluña es conocida en este sector por ofrecer vinos blancos con infinitud de sabores y aromas, así como por su buen envejecimiento. También encontramos en Valencia muy buenos terrenos, debido a la inclinación de sus tierras y a la proximidad al mar Mediterráneo.
La región de La Rioja ha obtenido la primera Denominación de Origen “Calificada” de nuestro país. Esto es debido a que el clima presenta una mezcla de rasgos mediterráneos y atlánticos que favorecen el desarrollo de multitud de variedades de uva. Por último, cabe destacar la comunidad autónoma de Castilla y León. Es una de las zonas productoras de vino más populares de España por la excelencia de sus vinos y su tradición en este sector gracias a la Ribera del Duero.
En definitiva, como te hemos comentado, los viñedos son clave en la producción de vino. Su cuidado influye directamente en la calidad, sabor y olor del vino. Por este motivo, todas las personas que participan en esta actividad tienen un papel importante para conseguir el mejor resultado.