Los 4 tipos de uva para vinos blancos
A nivel mundial existen entre 10,000 y 20,000 variedades de uvas, pero para elaborar vinos blancos no todas son aptas. Aquí te damos una lista de algunas de las cepas blancas famosas, ya sea por su extensión de cultivo o por el tipo de vino que producen.
Chardonnay
La reina de las varietales blancas. Originaria de Borgoña es la más extendida y apreciada en el mundo por su facilidad de cultivo, adaptación y resistencia. Además de ser base para el champagne Blanc de Blancs, con ella se elaboran vinos finos de buen cuerpo: los jóvenes desarrollan aromas de frutas tropicales con notas de vainilla, miel y ahumadas; los criados en madera evolucionan a una textura sedosa con notas tostadas y de mantequilla.
Pinot Grigio
A diferencia de otras uvas blancas, la coloración de la piel de esta es más oscura y ello se debe a que es una mutación genética de la tinta Pinot Noir. Cultivada en varios países centroeuropeos es en Italia, especialmente en la región noroeste, donde se concentra la mayor producción mundial de esta cepa que ofrece vinos afrutados, aromáticos, refrescantes y con buena estructura.
Riesling
Procedente de una vid silvestre del Rhin. Producida principalmente en Francia (Alsacia) y Alemania, es propia del clima frío aunque se ha adaptado bien a condiciones más cálidas de otras regiones del mundo. Estos vinos destacan por su frescura, acidez y marcado acento frutal cítrico y herbal, con buen potencial para envejecer.
Sauvignon Blanc
Nativa de las regiones de Burdeos y el Loira. Quizá la más fina de las cepas blancas después de la Chardonnay; igual que esta, posee buena capacidad de adaptación por lo cual se cultiva prácticamente en todo el mundo. Ofrece vinos de aromas florales que al paladar resultan secos y de refrescante acidez con notas afrutadas y toques minerales.